Con la lectura de algunos pasajes de la vida y la obra literaria de Ramón Martínez Ocaranza (1915-1982), se rindió homenaje al poeta michoacano por el CIV aniversario de su natalicio.

Reunidos en el Centro Cultural Universitario, Citlali Martínez Cervantes, directora de la Fundación Ramón Martínez Ocaranza, rememoró algunos pasajes de la vida y obra del escritor, desde sus primeros recuerdos de infancia, hasta sus primeros poemas.

Acompañada por el secretario de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, Héctor Pérez Pintor, y por Francisco Javier Larios Medina de la Facultad de Letras, Citlali Martínez inició con la lectura del texto “A contracorriente” en donde se narran las andanzas, recuerdos y reflexiones del poeta, en donde la figura de su abuelo fue determinante para su formación literaria.

Recuerda las reuniones en la “caberna”, -así con “b” por ser parte de las expresiones de la región- en donde leyó algunos textos clásicos como La Iliada de Homero o libros de José Vasconcelos y como a partir de ahí se convirtió “en un devorador de libros”.

Después, recuerda entre lecturas de poemas, su ingreso en la Casa de Estudiantes en donde redactó sus primeros poemas como “Romance de Madrugada” y su gusto por la obra de Federico García Lorca o Pablo Neruda, de quien fungió como su secretario y amigo.

La obra del poeta Ocaranza debe ser recordada y revalorada y confió que en un futuro cercano sus obras puedan ser reeditadas.

Cabe recordar algunas de sus obras: Al pan pan y al vino vino (1943); Alegoría de México (1959); Otoño encarcelado (1968); Elegía de los triángulos (1974); Elegías en la muerte de Pablo Neruda (1977), y; Patología del ser (1981) o el poemario Elegía de los triángulos.