Académicos y editores se reunieron en el Centro Cultural Universitario para participar en el simposio “Políticas culturales en transformación”, en donde analizaron los índices de lectura en México, las causas que los ocasionan y su impacto en el desarrollo del país.
Reunidos en la sala de Exrectores, la primera en participar fue Mara Rahab Bautista López, Directora del Centro Cultural Traspatio, quien se refirió a los resultados de las encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) sobre hábitos de lectura en México, los cuales muestran resultados que deben ser analizados con detenimiento.
Dijo que, si bien México enfrenta severos problemas económicos, según las encuestas los mexicanos no leen en su gran mayoría por falta de tiempo (40%) o porque no les interesa (27%), seguidos por problemas de salud (16%), preferir otras actividades (12%) y sólo el 3 por ciento no lo hace por falta de dinero.
Consideró que las políticas públicas deben enfocarse no solo a facilitar el acceso a los libros, sino a construir comunidades que gocen la lectura y para ello se deberá trabajar de forma coordinada con diversos sectores de la sociedad.
Uno de los aspectos que destacó fue que la producción editorial en México está controlada primordialmente por los gobiernos y las universidades, generando con ello algunos problemas como pueden ser la variedad de títulos a los que la población puede tener acceso.
Por ello consideró que el trabajo que realizan las editriales independientes es fundamental no sólo para ampliar la oferta, sino para fortalecer los canales de distribución y las estrategias de lectura. Las políticas públicas, consideró, deben sumar a todos los actores involucrados porque todos tienen interés en promover la lectura.
En seguida participó el director de la Facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, José Antonio Fraga, quien también se refirió a las estadísticas del INEGI, de las cuales mencionó que son un buen instrumento de medición que permitirá realizar diagnósticos precisos sobre el fenómeno.
Contrario a lo que se piensa, dijo que en México sí se lee pero primordialmente textos académicos por lo que se debe promover la lectura de textos literarios y sobre todo que se haga por gusto, más que por obligación escolar.
José Manuel Morales Palomares, coordinador de la Biblioteca “Lázaro Cárdenas” de la facultad de Historia, reconoció que en México la lectura y la escritura se encuentran en crisis permanentes principalmente porque el sistema educativo nacional alfabetiza, pero no forma lectores. Dijo que las instituciones deben preocuparse no sólo por acercar los libros a la población y motivar su lectura, sino por fortalecer su comprensión.
Además, consideró que las instituciones educativas deben motivar a los estudiantes a acercarse a las bibliotecas y enseñarlos a utilizar los ficheros porque en su experiencia muchos alumnos no saben usar un catálogo bibliográfico ya que solo el 50 por ciento de sus búsquedas son exitosas.
Otros de los aspectos que destacó en su análisis fue que en los últimos años el apoyo de las universidades para la publicación de libros ha disminuido drásticamente, lo que puede limitar la oferta de títulos en el mercado editorial. Calculó que hace 20 años por cada libro se imprimían alrededor de mil a mil 500 libros, mientras que ahora son entre 300 a 500 y, en algunas ocasiones, con problemas para su distribución.