La responsabilidad de la sociedad frente a la nueva normalidad derivada del Covid-19

Escrito por JEAN CADET ODIMBA ON´ETAMBALAKO WETSHOKONDA. Facultad de Derechos y Ciencias Sociales, UMSNH
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Fotografía de Cottonbro, tomada de https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-gente-mujer-joven-3951628/

La problemática del COVID-19 sigue manifestándose en todo el mundo, aunque en algunos países ya se empieza a reestablecer un poco de normalidad; por otro lado, hay otros en donde no se ha podido aplanar la curva de contagios, o no se ha alcanzado el máximo pico de contagios. En éstos últimos, es en donde se teme por el posible colapso de sus sistemas de salud.

El Estado mexicano, el pasado 23 de marzo de 2020, reconoció como pandemia al COVID-19, como una enfermedad “grave y de atención prioritaria” (1) Acto seguido, se implementaron medidas que tenían como fin evitar la propagación del virus, mediante el aislamiento social. El objetivo era que se produjese el número de contagios en México, pero la curva de contagios fue en aumento y no ha disminuido en lo más mínimo. Esto se debe a que las condiciones laborales en México impidieron que las personas se resguardasen, puesto que, para gran parte de la población mexicana, si no trabajas no comes.

Otro factor que ocasionó el crecimiento exponencial de la curva de contagios, fue la irresponsabilidad demostrada por parte de la sociedad, la que no tomó las medidas de protección mínimas de higiene y sanidad, al momento de salir a realizar determinadas actividades esenciales y no esenciales.

Debido a que la economía de México es débil y dependiente, el pasado 14 de mayo el 2020, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó un acuerdo que tiene como fin reactivar la economía, la educación y las actividades sociales en el país. A esto se le conoce como la nueva forma de convivencia social, misma que ha sido cuestionada, ya que favorece a algunos sectores mientras que mantiene las restricciones en otros. Es claro que las condiciones normativas, políticas y económicas en México orillaron a la federación a acelerar la reactivación de la economía, puesto que nuestro sistema económico no resiste tanto tiempo sin percibir ni generar riqueza.

Las bases y lineamientos contemplados dentro del acuerdo publicado el 14 de mayo de 2020, referente a la nueva convivencia social, contempla en su artículo segundo lo siguiente:

 

La estrategia consiste en la reapertura de actividades de una manera gradual, ordenada y cauta, considerando las siguientes etapas:

  1. I)ETAPA 1.-Inicia el 18 de mayo del 2020, con la reapertura de las actividades en los municipios en que no se hubieran presentado casos de COVID-19 y que, además, no tengan vecindad con municipios con casos de COVID-19;
  2. II)ETAPA 2.-Abarca del 18 al 31 de mayo del 2020, y consiste en llevar a cabo acciones de aplicación general tendientes a la preparación para la reapertura de las actividades en general, como son: la elaboración de protocolos sanitarios para el reinicio seguro de actividades, capacitación de personal para seguridad en el ambiente laboral, readecuación de espacios y procesos productivos, así como la implementación de filtros de ingreso, sanitización e higiene del espacio laboral, entre otras que determine la Secretaría de Salud, conforme al Artículo Cuarto, segundo párrafo, del presente Acuerdo, y

III)    ETAPA 3.- Inicia el 1 de junio del 2020, conforme al sistema de semáforo por regiones para la reapertura de actividades sociales, educativas y económicas. (2)

 

 

En el mismo acuerdo, se diseñó un semáforo donde se establece qué actividades podrán realizarse de acuerdo al color en que se encuentre la región o el Estado en cuestión. Este contempla lo siguiente (3): 

 

Ante estas acciones, la Organización Panamericana de Salud (OPS) cuestionó al Estado mexicano, señalando que reabrir y flexibilizar las actividades sociales y laborales en la etapa de máximo contagio, es un gravísimo error. Puesto que, si bien en la etapa de aislamiento social, no hubo una disminución a la curva de contagios, con el regreso a las actividades de la nueva normalidad social lo más seguro es que la curva siga creciendo y por consiguiente los sistemas de salud empezaran a colapsar y tendremos que regresar al aislamiento social de nuevo.

La preocupación de la OPS está bien fundamentada, la nueva normalidad trae consigo grandes retos y una gran responsabilidad para nosotros como sociedad; en este momento, tenemos una enorme responsabilidad para evitar que el número de contagios aumente de forma que no podamos controlar. Habrá que recordar que México no soportaría otra paralización económica, y, por consiguiente, se avecinaría un colapso social. Por lo que es imprescindible que cada uno de nosotros extreme precauciones de higiene, sanidad y distanciamiento social, en la mayor medida posible.

Hay países en Europa y Asía que empezaron ya con la nueva convivencia social, bajo la aplicación de estrictos lineamientos de sanidad, para evitar aumento o el aumento exponencial de contagios del COVID-19. Volvemos a contar con la experiencia internacional para hacer, ahora sí, bien las cosas. Ojalá aprendamos de la experiencia internacional, porque la responsabilidad no solamente debe de recaer en el Estado, es una responsabilidad también de nosotros, como sociedad, contribuir, en lo posible, para evitar la propagación del COVID-19, siguiendo las recomendaciones de las autoridades federales de salud. Se necesita el compromiso y apoyo de toda la sociedad para evitar que nuestro país colapse, no solo en lo que refiere al sistema de salud.

 

REFERENCIAS:

(1) ACUERDO por el que el Consejo de Salubridad General reconoce la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-19) en México, como una enfermedad grave de atención prioritaria, así como se establecen las actividades de preparación y respuesta ante dicha epidemia. Consultar en:

https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5590161&fecha=23/03/2020

(2) ACUERDO por el que se establece una estrategia para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones para evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico relacionado con la reapertura de actividades en cada entidad federativa, así como se establecen acciones extraordinarias. CDOF.

(3) Idem.


 

JEAN CADET ODIMBA ON´ETAMBALAKO WETSHOKONDA

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

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