En la Tienda de Abarrotes

Escrito por CECILIA MARTÍNEZ GÓMEZ. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UMSNH.
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Soy Ana, tengo 72 años y tengo una tienda de abarrotes junto con mi hermana, no me casé, tampoco tuve hijos, pero fíjate que luego platico que cuando yo estaba bien jovencita uno de mis novios era soldado de la revolución, pero sí dicen que ya cuando no toca, no toca y pues lo mataron, a veces me acuerdo de él y les platico a mis sobrinas por teléfono; hace un momento dijeron en la tele que iban a decretar la cuarentena y eso me dio mucho miedo porque se va a poner muy feo: ¡Quédate en casa, quédate en casa!

Esto me recordó que mi papá nos contaba, que cuando fueron los tiempos de la peste negra, le daban a comer y chupar limones, que con eso mi papá se curaba y también me acuerdo, cómo nos dijo que se lo llevaban atrás de la carreta, ahí por catedral, porque mi abuelo trabajaba en el centro y lo cargaban en la parte de atrás con su limón que debía estar así chupándolo, ¡te imaginas! Pero así se protegían ellos de la peste que hubo hace muchos años aquí en Morelia.

Y ahora con eso del coronavirus, tuvimos que poner unos hules colgados en el mostrador, para protegernos un poquito más de las personas y aunque no hemos salido ni mi hermana y ni yo, luego vienen los clientes y hasta dicen que ni es cierto eso del coronavirus y ahí se ve en el plástico las gotas de que se pega la gente en el hule y salpican la saliva. El otro día vino mi sobrina que a vernos y le dije: ¡no hubieras salido! Están diciendo en la televisión que no salgan porque va a haber un contagiadero y es que esto no lo habíamos vivido nunca, hay días que la calle se ve sola y casi no hay venta.

El otro día me llamó por teléfono mi sobrina que estudió leyes en la universidad michoacana, (donde también Jaime estudió medicina, me acuerdo) y me dice que aumentó la violencia contra las mujeres, me preocupo mucho, pero según ella cuenta, que afortunadamente no sufrimos golpes de un hombre, y pienso yo acá entre mí (pero si supiera la clase de clientes que vienen aquí que nos avientan el dinero o nos hablan altaneros/as).

Y sí lo creo también porque luego llegan a contarnos su vida las clientas, ya hasta digo: no quiero saber, ni que me cuenten, pero la gente tiene confianza y empiezan a decirnos puras tragedias, le digo a mi sobrina que por ejemplo, aquí enfrente de los departamentos mataron a una muchachita de 16 años, yo nada más me pongo nerviosa y en la noche ni me puedo dormir, pero me dice mi hermana: duérmete, al cabo no vas a arreglar nada de lo que pasa, así que cálmate, pero yo me angustio mucho por los muertos que va a haber de la pandemia, y no sé qué será de nosotras dos que ya no estamos tan chavitas como para vivir una crisis, hasta siento más fuertes los síntomas, la ansiedad por estar encerrada, ya mi voz se me quiebra y a veces me da pánico que exagero y quiero que todo esté muy limpio.

Ya al día siguiente, hice un pan de salvado, así del que me sale más económico que uno de harina, porque también cuidamos el gasto y lo hice con todas las medidas de higiene: me puse mi cubre bocas, guantes y todos los trastes los limpié muy bien, sí se me bajó la angustia ése día que hornee el pan, pero acabo bien cansada, entre la tienda y la cocina, hasta se me bajan las pilas por completo y me da la depresión.

Apenas vienen clientes, fíjate, la otra vez me dijo uno que vive aquí adelante, que sentía que se volvía loco encerrado con su familia y sus dos hijos, porque en su casa todos se encuentran insoportables, yo digo, pues hasta cuando irá a terminar todo esto, porque sí nos está afectando mucho, las ventas se nos bajaron y ¿qué otra cosa hacemos?

Han pasado 35 días de la cuarentena y estuve muy mala de los nervios, pensé ir al centro de salud a consulta, pero lo malo es que ahorita ni hacen caso, me dijo otro cliente, un señor ya como de mi edad, que no estaban atendiendo ni en los hospitales, hasta octubre le dieron la cita y apenas es mayo, yo ya me desanime a ir, y aquí en la tienda estamos con mi hermana, pues ¿qué más? Ya dejé de ver noticias y estoy leyendo un libro que tiene la letra grande porque las letras chiquitas me cuestan mucho trabajo leerlas, eso me ha servido un poco pero no dejo de preocuparme.

Han pasado ya los 40 días, me siento como débil, ha de ser la depresión y la ansiedad, ya le marqué a mi sobrina la que te dije que es licenciada, que estudio en la michoacana, que le escuché que tosió y al día siguiente le marqué pero no me contestaba, le marqué a mi otra sobrina y a mi cuñado preguntando por ella, a ver si se sentía bien… hay no, ya creo que esta situación hace que me sienta de nervios y piense lo peor, pero no, ojalá pase todo esto porque ya me casé de usar cubre bocas y luego los clientes aquí la tachan a una de loca, pero están en la tele dice y dice y dice: ¡Quédate en casa, quédate en casa!

Afortunadamente solo era alergia de mi sobrina, pero de todas formas una se preocupa, siento que esto afecta mucho porque, así como hay clientes que no creen, hay otros que quieren que se les atienda desde la puerta y hasta agarran las monedas con una delicadeza o ¿asco? No lo sé, pero se me hace tan extremoso, traen ese ¿cómo se llama? Protector, cubre bocas, guantes y piden las cosas desde la entrada, no pues también es exagerado, pero bueeeeeno.

¿Qué va a llevar? Estoy atendiendo y ya vendí todos los cubre bocas que teníamos, pasó un señor vendiendo, y pues sí compramos, aunque sea un paquetito de 25 para ver si se mueven porque las ventas están cada vez más bajas y ya que termino de despachar pues otra vez, le prendí a la tele a ver qué ha pasado o qué novedades hay, en eso escucho que el pico más alto viene en éstos días y no, mejor le cambié y en eso escucho: En lo que va de la cuarentena, más de 400 mujeres fueron atendidas por la Secretaría de la Mujer… entonces sí era cierto eso de que maltratan más a las mujeres ahora que estamos encerrados, creo que ese canal era de la UNAM, yo mejor le apagué otra vez.


 

CECILIA MARTÍNEZ GÓMEZ

Estudiante de Doctorado en Derecho

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

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