Coordinación de la Investigación Científica 

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Libros

El Arte del Canto. Terminología sobre técnica vocal de los tratados de canto de los castrados y su relación con métodos de canto del siglo XIX

Salvador Ginori Lozano

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

ISBN: 978-607-542-295-4

Primera edición, octubre de 2024, Morelia, Michoacán, México.


Imaginemos un hermoso momento rodeados inmersos en la naturaleza. Cerremos los ojos y empecemos a describir ese instante. Seguramente hablaríamos del verde de los árboles, los maravillosos colores de las flores, sus olores, el aire rozando la fronda de los árboles y sin duda el canto de las aves. Si nos enfocáramos en ese canto distinguiríamos un sinnúmero de diferentes cadencias, alturas, texturas, sonidos largos y sonidos cortos, de aves solitarias o un diálogo entre dos o más de ellas. Cerrando los ojos, escucharíamos un concierto de cantos que difícilmente podríamos describir. Eso que hemos descrito como canto lo atribuimos por ejemplo también a las ballenas, el sonido de los grillos o las cigarras llenando de magia una noche serena y estrellada, el concierto en la estepa de una jauría de lobos cubriendo todo el horizonte. Tenemos también un amanecer idílico caracterizado por el canto de los gallos, o en las selvas más densas con el canto de exóticas aves que envuelven de magia y misterio el momento. El rugir largo, grave y profundo de leones en la pradera uniendo en sinfonía la entera manada. Ese canto mágico es más antiguo que la existencia misma del hombre. Los primates, primeros homínidos, participaban de ese canto como el resto de los animales en la naturaleza. El hombre primitivo empezó a identificar y reconocer las emociones e impulsos que motivaban el canto. Lentamente les empieza a relacionar con situaciones de alguna forma especiales, les asigna un significado e inicia un proceso de compactación sonora. Nace un protolenguaje a partir de la capacidad de generar este canto o sonidos particulares y al parecer, es el hombre quien tuvo la capacidad de abstraer estos sonidos. Nace entonces la palabra. Inmediatamente después, el hombre regresa al canto, solo que ese canto contenía ya palabras. A la palabra le es devuelto su sentido original de sonidos largos, con extensiones amplias, rico en modulaciones y agógicas, con melodías claras y bien definidas.


Me atrevería a decir que el canto es intrínseco al hombre y nace con él. Estamos hablando de cientos de miles de años, el hombre canta desde que empieza a ser hombre. En esta enorme escala cronológica, hacer referencia a sólo trescientos años es hablar de un instante. Tomar como documentos de origen los primeros tratados escritos con apenas doscientos cincuenta años es algo que me despierta muchas dudas. Podríamos pensar que, siendo documentos relativamente actuales en la escala del hombre, todo lo ahí contenido estaría resuelto y claramente entendido. Pero curiosamente es todo lo contrario.
Los avances exponenciales en ciencia y tecnología han obligado a los estudiosos a hacer planteamientos desde muchos otros puntos de vista. Pensemos siquiera que tan sólo hace setenta años se pudieron observar repliegues en pleno movimiento, todo gracias al gran avance que implicó el laringoestroboscopio. Setenta años no son nada en la historia del hombre cantador. Sin duda apenas empezamos a escribir la historia y desarrollo del canto, y todo con fundamentos algo menos subjetivos, en donde estudios e investigaciones empiezan a arrojar ciertos datos duros que ayudan a armar este rompecabezas de casi un millón de años.
El trabajo de los tratadistas que en esta colección encontramos, es un momento en la historia que nos permite dimensionar el gran reto que se presenta. Podemos darnos cuenta de la dificultad que se tenía para describir sonidos escuchados en otros cantantes. También reconocemos la gran dificultad de describir sensaciones propias y el intento por generalizar conceptos y más aún, proponer métodos de enseñanza. La ausencia de registros sonoros dificultaba la tarea. Es prácticamente hasta 1947 cuando el Dr. Alfred Tomatis propone la APP (Audio-Psico-Phonología) y empezamos a entender que el canto más que en la garganta, reside en el oído. Al trabajo del Dr. Tomatis le seguiría en 1950 los trabajos de Anthony Wilden o Edgar Morin, sus planteamientos sobre la complejidad abren un nuevo mundo en la investigación. A este punto, los problemas ya se plantean como sistemas complejos. La linealidad o la causa-efecto en los planteamientos queda atrás y nos sumerge en un mundo de varias dimensiones. El canto ya no será solamente aspecto de la presión del aire. Las cuerdas vocales dejan de ser sólo cuerdas y se descubren como un complejo sistema de membranas, ligamentos, cartílagos y músculos que para su funcionamiento obedecen a la audición, la que a su vez transmite información al área audio-psico-neuromotriz, la cual a su vez como lo propone Antonio Damasio, es animada a la acción por las emociones. También el bagaje y entorno cultural del cantante jugarán un papel muy importante. Y así se irán integrando un sinnúmero de variables.
El Dr. Salvador Ginori pone a disposición de profesionales, estudiantes y aficionados, una información muy valiosa que nos obligará a armar nuestro propio rompecabezas en el entendimiento del proceso del canto, desde el análisis de estos procesos en los cantantes castrados, hasta la aparición de la visión y ejercicio de las mujeres en el canto. Personalmente, considero que al contrastar los propios recursos vocales con aquellos de los cantantes castrados, el vínculo de las mujeres a la práctica y estudio del canto, permitió distinguir claramente las posibilidades de instrumentos naturales, no alterados artificialmente, como era el caso de los cantantes castrados, lo cual aceleró significativamente el desarrollo y conocimiento de éste. Fueron las aportaciones de las primeras tratadistas lo que dio nacimiento al canto clásico o académico moderno, un recurso maravilloso que dio pie a un vasto repertorio, el cual va desde la música sacra, ópera, canciones de arte y expresiones contemporáneas.

Octavio Arévalo
Puebla, Puebla, abril de 2024


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